Como Asesoramiento Técnicos, en Agromar saben muy bien la importancia de mantener un suelo de cultivo sano. Y es que, el suelo, junto con el agua y las semillas, es la materia principal que permite cultivar alimentos.
Un suelo sano es sinónimo de productividad agraria, ya que proporciona los nutrientes necesarios, la humedad, el oxígeno y el entorno propicio para albergar las raíces de los cultivos. Mejor la salud de los suelos, favorece su capacidad de retención de agua y nutrientes; mejorando la producción de cultivos. Echa un ojo a esta guía.
Degradación del suelo
Se puede reconocer por la pérdida de la cubierta vegetal y por el descenso de la productividad agraria. La degradación del suelo provoca una pérdida en su estructura, lo que reduce su capacidad porosa y de aireación, la disminución de retener el agua y la velocidad de infiltración del agua de lluvia y, por lo tanto, una menor disponibilidad de macronutrientes y disminución del número de microorganismos que habitan en el suelo.
Acciones para un suelo de cultivo sano
A mayor grado de degradación de un suelo, menos productividad, lo que repercute en la correspondiente merma de rentabilidad del cultivo. Para corregir esta situación, hay que llevar a cabo una serie de estrategias de recuperación del suelo. Las más importantes consisten en aplicar una enmienda orgánica junto al uso de micorrizas, lo que provoca la regeneración de la estructura y la capacidad biológica del suelo, frenando el avance de agentes degradantes, como la erosión y la desertificación.
- Enmienda orgánica
Introducir una enmienda orgánica en el suelo, produce el desarrollo de reacciones químicas, físico-químicas y procesos microbiológicos, que impulsa las modificaciones en las características físicas del suelo, lo que se manifiesta en el aumento de capacidad de retención de agua, infiltración, porosidad y estabilidad estructural. En territorios áridos o semiáridos, con escasez de recursos hídricos, la mejora de la estructura del suelo repercute en una mayor disponibilidad de agua.
- Hongos formadores de micorrizas
Los hongos formadores de micorrizas se consideran uno de los principales grupos de microorganismos beneficiosos para la mejora del establecimiento y el desarrollo de las plantas, ya que favorecen la absorción de agua y nutrientes, al explorar un mayor volumen de suelo, permitiendo la captación de estos recursos más allá de la zona de agotamiento de las raíces, e incrementan la resistencia a la sequía, la salinidad, los metales pesados y ataques de patógenos. Todo ello, se alinea con un modelo agrícola más sostenible y respetuoso con el medioambiente.
- Residuos ricos en materia orgánica
Para detener la degradación del suelo, se recomienda la aplicación de residuos ricos en materia orgánica, como lodos, composts de depuradora y residuos verdes, sin riesgo de fitotoxicidad.